SEPTIEMBRE 2011

Terminado el descanso veraniego, aquí estamos de nuevo, con ganas de afrontar la segunda parte de nuestro ciclo-homenaje a Tomás Luis de Victoria. Comenzamos la preparación del programa PRO VICTORIA, intenso y complicado, con una protagonista magnífica: la Missa Pro Victoria, escrita para dos coros a nueve voces, profundamente optimista, energética, alegre… todo un gozo para este otoño que empieza ya mismo.

Y es un nuevo reto importante porque está escrita, como os decíamos, para dos coros a nueve voces (en uno de los coros, las sopranos están dobladas). Teniendo en cuenta que apenas somos 25 cantantes, la preparación de esta misa nos supone a todos el reto de cantar cada compás como si fuéramos solistas y exige, además, un gran esfuerzo de concentración y de estudio… pero nada importa, es una composición tan absolutamente bella que ni siquiera tomamos en cuenta los esfuerzos extra: hay que cantarla, hay que compartirla.

Como afirma nuestro compañero César de Dios en las Notas al Programa que ha redactado:

«Victoria divide su grupo de cantantes en dos coros: un primer coro a 5 voces y un segundo a 4. La destreza con que Victoria maneja estos elementos, ora alternando el canto de ambos coros, ora haciéndolos sonar en rotundos pasajes homofónicos, jugando con todas las posibilidades a su alcance y consiguiendo dotar a la obra de una enorme variedad, a la vez que una profunda unidad, convierten a la Misa Pro Victoria en una de las composiciones más fascinantes de toda la música de su tiempo».

Nada que añadir, solamente esperamos poder compartirla con vosotros cuanto antes. Quedaréis impresionados por su impresionante sonoridad.

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