PRIMERA PARTE

Hodie Christus Natus Est (Giovanni Perluigi da Palestrina)

Pastores Dicite (Cristóbal de Morales)

O Magnum Mysterium (Tomás Luis de Victoria)

Ecce Nunc Benedicite Dominum (Tomás Luis de Victoria)

Laudate Dominum Omnes Gentes (Tomás Luis de Victoria)


SEGUNDA PARTE

Missa O Magnum Mysterium (Tomás Luis de Victoria)

. Kyrie

. Gloria

. Credo

. Sanctus – Benedictus

. Agnus Dei


 


NOTAS AL PROGRAMA

La Navidad es una de las fiestas cristianas de mayor relevancia junto con la Pascua y una de las que expresa mayor júbilo. Es obvio su arraigo e importancia a día de hoy pese a irse alejando cada vez más de su sentido religioso.

Las composiciones musicales inspiradas en estas fechas del calendario litúrgico, especialmente en el Clasicismo y Romanticismo, trataron de expresar la grandiosidad de los hechos acontecidos en dicho momento del año; la llegada del Hijo de Dios al mundo. Pero otros compositores sintieron este hecho como algo más íntimo y personal, algo que tocaba lo más profundo del alma. Así, en el Renacimiento algunos motetes expresan esta grandiosidad con un sentimiento más íntimo y recogido como el motete Magnum Mysterium, uno de los más interpretados de toda la obras de Victoria. Se refleja en él con la mayor pureza el sentimiento de asombro ante el milagro acontecido.

Por otro parte, las demás obras, en general, muestran una exultante alegría como el Salmo Laudate Dominum, composición brillante que alcanza una gran sonoridad en su composición a ocho voces. Participa además, este breve Salmo, de la corriente más universalista del Antiguo Testamento constituyendo una invitación a la alabanza: “Alabad al Señor todas las naciones, alabadle todos los pueblos ” Otro motete muy especial es Pastores dicite donde se les pregunta a los humildes pastores qué han visto, cómo es el Hijo de Dios. Y quizá la frase que mejor resume el espítitu del programa es la de Hodie Christus natus est “hoy en la tierra cantan los ángeles; hoy se alegran los justos diciendo: Gloria a Dios en las alturas, Aleluya.”

En cuanto a la misa Magnum Mysterium, es ésta una obra maestra inspirada en su motete homónimo de 1572 que también se interpretará. Parece ser esta música de Victoria la que mejor refleje la sincera fe y los más auténticos sentimientos religiosos y en el entramado de voces que discurren en sus obras parece estar la música que con mayor verdad expresa el texto, con serenidad y calor se describe el hecho asombroso y admirable de que hasta los animales adoraran al Hijo de Dios.

El motete es la base sobre la que compuso la misa veinte años después, en 1592, usando todos los motivos del motete en la misa excepto la frase “O beata virgo”. Así encontramos secciones iguales y frases idénticas al motete especialmente en Kyrie y Sanctus si bien a lo largo de la misa aparecen secciones nuevas y pasajes homofónicos como en el Gloria y el Credo. Agnus Dei, parte final de la misa será la única que se desarrollará a cincos voces.

Esta misa es una de las más interpretadas de Victoria; una de las razones es que no tiene la dificultad técnica de otras misas más densas a ocho voces pero no es ésta la única razón. Es esta misa una de las de mayor belleza, las frases son exquisitas en sus movimientos y relaciones con el entramado polifónico y los contrastes de texturas sumamente interesantes, características éstas que hacen a la misa Magnum Mysterium tan atractiva y sobrecogedora.

Notas redactadas por Ana Fernández-Vega

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