PRIMERA PARTE

Ave Maria (Tomas Luis de Victoria)

Ave Maria (Francisco Guerrero)

Ave Regina Caelorum (Alonso Lobo)

Ave Maria Gratia Plena (Cristóbal de Morales)

Dulcissima Maria (Sebastián de Vivanco)

Exaltata Est (Juan de Esquivel)

SEGUNDA PARTE

Missa Ave Regina Caelorum (8 voces) (Tomás Luis de Victoria)

. Kyrie

. Gloria

. Credo

. Sanctus – Benedictus

. Agnus Dei



NOTAS AL PROGRAMA

El misterio de la maternidad divina eleva a María sobre todas las demás criaturas y la coloca en una relación vital única. María lo recibió todo de Dios y las alabanzas hacia ella son al mismo tiempo alabanzas al Señor. Es destacable la enorme devoción en España a Vírgenes como la Inmaculada, la de Montserrat, la Virgen del Carmen o la del Rocío.

Los cantos a la virgen se realizan a lo largo de todo el año litúrgico. En Adviento y Navidad la virgen es protagonista del milagro del nacimiento de Dios, y en Semana Santa, tanto en las Pasiones como en los Stabat Mater se narran los sufrimientos y pesares de María a lo largo de toda la Pasión de Cristo. Otros momentos que se celebran en el rito cristiano serán la anunciación y ascensión de la Virgen.Sin embargo, hay un mes que tradicionalmente se reserva para alabarla, el mes de mayo, también conocido en España como mes de las flores ya que esta es la ofrenda que recibe María en las iglesias y capillas en este mes de eclosión de la primavera. Por tradición cristiana, en todo el mundo occidental se celebra el día de la madre el primer domingo de mayo. Y es queMaría es la gran idealización de la madre y la mujer. En los cantos religiosos se ensalza su perfecta e inalcanzable pureza, su absoluto amor, su gracia e insistentemente su belleza.

Al más puro estilo de los místicos españoles, como Santa Teresa o San Juan de la Cruz, lostextos a menudo se acercan a un lenguaje un tanto carnal. Así, en el delicioso motete de Vivanco “Dulcissima Maria” las armonías y giros melódicos de enorme sensualidad expresan un texto acorde “por tu amor languidezco porque eres dulce y benigna”.

Respecto a la misa Ave Regina, como todas y cada una de las veinte misas que compuso Victoria, está cargada de energía exultante. Compuesta para dos coros al más puro estilo veneciano está escrita en un efectista estilo antifonal que alterna pasajes homofónicos con otros polifónicos logrando así grandes contrastes entre texturas límpidas y ligeras y densas e impactantes secciones en las que las ocho voces se desarrollan simultáneamente.

Como es frecuente en Victoria, es una misa parodia, es decir basada en otra pieza ya existente pero no en el canto llano sino en su propio material polifónico, en este caso, tomando material de los dos motetes de nombre Ave Regina Caelorum. De hecho, Victoria basa sus tres misas marianas: Ave Regina, Alma Redemptoris y Salve Regina en sus propios motetes. Las tres misas aparecen en el último libro que publicó en Madrid en 1600 en lo que parece ser un premeditado ciclo mariano del que faltaría Regina Coeli. 

Notas redactadas por Ana Fernández-Vega

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